domingo, 8 de mayo de 2011

la rareza del mundo de papel

la vida de ella se fue como el suspiro al nacer
contemplo su alrededor, desfalleciendo lentamente
en una cama de rosas alboradas, recubiertas de oro y marfil
llego por fin a su ultima estancia carnal.
los ojos fijos en el cielo, le hicieron sentir la inmensidad del universo
mientras se desintegraba en cada parpadeo, para unirse con el firmamento oseo
de la mente de aquel niño, que sentado bajo un árbol de manzanas, experimento la gravedad de golpe, largo un llanto perdido, que puso fin el abrazo sincero de la única mujer a quien debía su vida.

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